Con todos los huracanes que están tocando tierra mexicana las lluvias no paran, cada ves se inunda mas mi bello Atlixco y mi casa, pero mi planta de papaya está creciendo como nunca, ocho papayitas en camino, no se cuando pueda comer una pero ya estoy emocionada.
Cuando era más pequeña y habían relámpagos me iba corriendo a la cama de mi mamá, y lloraba hasta quedarme dormida por tanto miedo que tenia, y así era aún que tenia 18 años. Ya tenia bastante tiempo que el cielo no emanaba esos ruidos, o mi sueño era más pesado que no los escuchaba, pero el día de ayer estaba haciendo la tarea de la maestra Blanquita, aún quedaban 30 minutos para enviarla así que me apure mucho para terminarla cuando empieza a llover, cayó un aguacero tan feo que empezaron los relámpagos casi lloro y me di cuenta que estaba sola en casa, no había lugar al cual correr como antes, pero seguía apurándome hasta que a los últimos minutos antes de enviar la tarea incompleta se empieza a ir la luz tras un sonido tan fuerte que grite, y mejor envíe la tarea poniendo eso como excusa por estar incompleta.
Me puse a pensar que ni me había bañado y no me iba a arriesgar a que se me apagara la luz ahí, por que iba a ser escalofriante, así que decidí ver la serie de soy luna hasta que la lluvia pasara, dejó de llover a las 10:30 de la noche y a esa hora me metí a bañar, así que no piensen que fui cochina a la escuela.
Pero bueno, toda esa lluvia me hizo pensar que algunos miedos no los superas y siempre vas a necesitar a tu mami para que te abrace y te escuche llorar.
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