14.3.23

Andanzas Moradas

En el momento que vi que sobre el reloj se dibujaban las 12:00 p.m. del 8 de marzo, use toda la fuerza y rapidez que pude hallar en mi cuerpo para caminar hacia la estación del autobús. Mi hermana, que me esperaba en casa y me había citado algunos minutos antes, se encontraba preparando las cosas que necesitaríamos para asistir a la marcha con motivo de la conmemoración del 8M; mientras que yo entre la prisa, me sabía aliviada por dejar atrás la escena de un hombre explicando el significado de ser mujer.


 Alrededor de las 12:05 p.m. ya lograba vislumbrar la esquina de aquella estación y durante ese recorrido, me tope con diversas mujeres vestidas de morado, sosteniendo cartulinas enrolladas, y mi versión de 14 años no pudo evitar dar un pequeño brinco emocionado al sentirse rodeada de mujeres valientes y resilientes. 

Cuando pude tomar un asiento en el aquel tambaleante camión, logre desbloquear la pantalla de mi celular encontrando decenas de tweets de hombres compitiendo por ver quien se queda más callado ese día al mismo tiempo que buscan legitimar formas especificas de protesta social; deseando que investiguen dicho concepto, continuo navegando y me encuentro con las diferentes convocatorias de marchas alrededor de la ciudad, denuncias, lecturas, performances, y un sinfín de representaciones que plasman las diferentes perspectivas de la complejidad de (sobre)vivir siendo mujer. 

El radio del operador anuncia que son las 12:15 p.m. y por lo visto se acerca mi destino pues que la mitad de los pasajeros se bajen es indicador que estoy a dos paradas de distancia de este. Cuando alzo la mirada me doy cuenta que volví a tomar la ruta equivocada y no puedo evitar preguntarme: ¿podré vivir en un mundo donde simultáneamente sepa transbordar correctamente y se elimine la opresión sistémica hacia mis compañeras?



1 comentario:

Proyecto de Luis Ricardo Ramos Hernández y estudiantes.

Proyecto de Luis Ricardo Ramos Hernández y estudiantes.

Muy leído