Actualmente los beneficios y posibilidades que nos ofrece la Internet son prácticamente infinitos, con un toque podemos acceder a una cantidad exuberante de información, datos, estadísticas, referencias, videos, opiniones. Sin problemas uno puede buscar desde la definición o tarea más sencilla hasta las instrucciones para crear una bomba casera.
Su alcance se ha expandido de manera global y son pocos los lugares en el mundo en que no se tiene acceso a ella (hablando de los más recónditos del planeta), pero esto no siempre fue así, todo este proceso de modernización, crecimiento e interconexión llevó años, años de progreso, investigación, invención y trabajo, sobre todo trabajo arduo y constante.
Isaac Asimov, un escritor visionario, años atrás (alrededor de los 80’s) aseguraba que, en cuestión de unos años todos contaríamos con “conexiones” que nos permitirían el acceso a bibliotecas enormes a las cuales todos pudiésemos acceder, hacer preguntas y obtener respuestas de cualquier tema que fuera de nuestro interés.
Todo lo anterior considerado por él como la posibilidad de aprendizaje desde un proceso autodidacta, en el que la obtención del conocimiento va de acuerdo a las necesidades y preferencias de cada individuo, hacia su propio rumbo, en su propia dirección, en su propio tiempo y desde la comodidad de su casa.
Con todas estas facilidades y posibilidades “Todo el mundo disfrutaría de aprender”, se dejaría de ver al aprendizaje como una imposición u obligación y se tendría la oportunidad de aprovechar las habilidades de cada persona.
La visión principal de Isaac, era tener una oportunidad más, a parte de la escuela, para lograr una visión más clara de la vocación que se quiere seguir.
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